HISTORIA DE LA INDUSTRIA HULERA.

El hule y látex natural eran conocidos desde tiempos antiguos; pero no había una idea clara sobre los beneficios prácticos de sus usos. Al respecto, las crónicas señalas que fue hasta el siglo XIX, cuando tres acontecimientos sentaron las bases para el uso del hule en miles de artículos y en grandes cantidades.

En 1821 Thomas Hankock  inventó máquinas para procesar hule y más tarde se asoció con Charles Macintosh, inventor de las telas ahuladas y de los sacos impermeables.

Quince años después en 1836, Charles Goodyear descubrió accidentalmente que calentando el hule con el azufre quedaba estable sin ser afectado por los cambios de temperatura. Este cientifico llamó vulcanización al proceso, en honor al dios Vulcano.

Posteriormente, en 1888, John B. Dunlop, en Inglaterra, hizo la primera llanta neumática para bicicleta; el primer automóvil que empleó dicho invento participó en una carrera en 1895 y luego Ford lo utilizó para sus autos.

En México las primeras fábricas productoras de artículos de hule se establecieron aproximadamente en 1914 y se dedicaban a la producción de suelas y tacones para calzado, así como a sellos y gomas para borrar.

Posteriormente aparecieron otras empresas produciendo además productos moldeados, empaques, en planchas, topes para vehículos, piezas especiales para la industria minera y posteriormente mangueras de presión para ferrocarril.

En el año de 1917 se empezaron a fabricar las primeras llantas en México, representando así el inició de la Industria Llantera en México.